La jornada inaugural del primer juicio penal contra un expresidente de Estados Unidos comenzó este lunes, dando un golpe de realidad al hecho de que el presunto candidato republicano a la presidencia se sentará en una sala de Manhattan como acusado cuatro días a la semana.
La elección de una lista de 12 jurados que puedan decidir el destino de Trump será difícil, ya que más de 50 personas fueron destituidas inmediatamente cuando dijeron que no podían ser justos e imparciales.
Trump se ha declarado inocente de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales como parte de un presunto esfuerzo por evitar que surjan historias lascivas (y, según él, falsas) sobre su vida sexual durante su campaña de 2016. El lunes, Trump calificó el caso presentado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, de “estafa” y “caza de brujas”.
Los cargos se centran en 130.000 dólares en pagos que la empresa de Trump hizo a su entonces abogado, Michael Cohen. Pagó esa suma en nombre de Trump para evitar que la actriz porno Stormy Daniels hiciera públicas sus afirmaciones de un encuentro sexual con Trump una década antes.
La selección del jurado podría tardar varios días más, o incluso semanas, en la ciudad fuertemente demócrata donde Trump creció y se catapultó al estatus de celebridad décadas antes de ganar la Casa Blanca.