Niños y jóvenes que asisten a los distintos centros educativos celebran el día del estudiante con la esperanza de superarse profesionalmente y ayudar a la economía familiar.
Mientras algunos sectores hacen algarabía otros aprovechan la fecha para recordar los altos índices de niños y jóvenes hondureños que emigran a otros países en busca de un mejor futuro.
Así mismo, las estadísticas revelan el grave problema de deserción y ausentismo escolar que enfrentan los educandos debido al flagelo de la pobreza y desempleo que agobia a los padres de familia lo que deriva en perjuicio de los hijos y su vida académica.
En este marco los expertos en la temática urgen al gobierno políticas y reformas que faciliten el acceso a la educación y se compense el esfuerzo de quienes logran estudiar y aspirar a puestos laborales a fin de contribuir al desarrollo de Honduras.